¿CÓMO PUEDEN LOS ADOLESCENTES MANTENER SU SALUD VISUAL?
Desde el punto de vista del crecimiento y desarrollo humano, la adolescencia es el periodo en el que se observan mayor número de cambios que, en ocasiones, son difíciles de controlar y aceptar, como es el caso de alteraciones sexuales, cognitivas, emocionales y sociales, además de los propiamente físicos.
En el prisma visual estos cambios son también muy destacados, sobre todos los que tienen lugar en las etapas tempranas y media (de 10 a 13 años y de 14 a 17 años, respectivamente). Por un lado, las estructuras de los ojos están aún en proceso de desarrollo y por otro, las tareas visuales tanto en el ámbito escolar como en el ámbito del ocio se incrementan exponencialmente, sobre todo en tareas cercanas, haciendo que se requiera y proteja un óptimo estado de la visión.
Por ello, ahora les ofrecemos consejos destinados a estos jóvenes adolescentes con el objetivo de que puedan darse cuenta de la importancia de mantener una adecuada salud visual y los factores que hacen que su visión se pueda ver perjudicada.
PROTECCIÓN SOLAR
- Protege tus ojos de la radiación ultravioleta con gafas de sol homologadas adquiridas en establecimientos de óptica y evita hacerlo en mercadillos, bazares o canales online sin garantía de calidad.
- Los lentes de las gafas de sol deben tener buena calidad visual, ser resistentes y ópticamente neutras, no provocar distorsiones y no afectar a la visión de los colores.
- Es mejor no utilizar gafas de sol que unas de baja calidad que no tenga el filtro UV adecuado.
- Una protección solar ocular deficiente puede provocar problemas a corto y medio plazo, como irritación ocular, aparición de sequedad ocular, inflamación de los capilares e incluso situaciones más serias como la aparición o desarrollo del pterigium, también conocido como ‘uña’. Esta alteración benigna ocular está muy influenciada por una exposición ocular a los rayos ultravioletas del sol sin la protección adecuada y provoca el crecimiento anormal del tejido de la conjuntiva.
CONSEJOS ERGONÓMICOS
- Al estudiar o utilizar dispositivos electrónicos en interiores la iluminación no debe ser excesiva ni deficiente, ni incidir directamente sobre los ojos, ni crear reflejos en las pantallas.
- El color de las paredes del lugar de estudios debe ser suave y mate.
- La distancia de visualización es fundamental. Para ordenadores de sobremesa, entre ojos y pantalla debe haber entre 60 y 70 cm. Para portátiles, entre 50 y 60 cm. Y para tablets o móviles, entre 35 y 45 cm.
CONSEJOS OPTOMÉTRICOS
- Visita al óptico-optometrista si notas disminución de tu visión lejana o molestias, cansancio, dolor de cabeza o borrosidad al realizar actividades visuales a corta distancia.
- Al estudiar o usar dispositivos digitales utiliza la Regla del “20-20-20” para evitar la fatiga visual (pausas de 20 segundos cada 20 minutos mirando a una distancia de 20 pies o 6 metros).
- Si pasas muchas horas diarias con actividades visuales a corta distancia, consulta por los productos ópticos concretos para adolescentes que permiten reducir la fatiga visual al reducir el esfuerzo de acomodación y mejorar el enfoque.
- Si usas gafas, adquiérelas también con tratamientos como el antirreflejo o el bloqueo de luz azul, que harán más confortable tu visión.
- Si usas lentillas o lentes de contacto, no las utilices más días de los indicados por el fabricante para evitar graves daños oculares y acude a revisiones semestrales con tu óptico-optometrista para chequear las estructuras oculares.
CONSEJOS SOBRE ALIMENTACIÓN
- Introduce frutas y verduras en tu alimentación todos los días, además potenciar la ingesta de legumbres y cereales integrales.
- Incluye en tu dieta aceite de oliva virgen de forma moderada, así como aguacates, huevos y pescados azules o frutos secos que aporten ácidos grasos Omega 3.
- Evita los alimentos con grasas saturadas, limita la ingesta de sal y evita las bebidas muy azucaradas.
Por otro lado:
- La ingesta de alcohol empeora la visión nocturna. Reduce la calidad óptica de las imágenes al deteriorar la lágrima que recubre la superficie del ojo. El consumo habitual de alcohol, a largo plazo, puede provocar daños al nervio óptico con una pérdida de la visión central progresiva e irrecuperable.
- El tabaco puede agudizar los casos de cataratas y la degeneración retiniana macular, acelera el envejecimiento celular y la sequedad ocular.
¡Acude a tu óptico-optometrista y déjate aconsejar!